La pintora Hilanusía y el arquero Chiquina.

El arquero Chiquina consiente en posar para la pintora Hilanusía siempre que le permita hacerlo con el teléfono al lado pues está esperando una llamada importantísima. Mientras pinta, Hilanusía duda si incluir el teléfono en el cuadro. El arquero avisó que en cuanto suene el teléfono tiene que cogerlo ipsofacto y que es posible que esta interrupción sea definitiva. Una pompa de jabón cruza escena de izquierda a derecha segun vemos, y se detiene cerca de Hilanusía. Ella la observa de reojo y duda si incluirla en el cuadro, no sabe por cuanto tiempo mantendrá la pose. El arquero Chiquina lleva tres horas y cuarto en la inmovilidad absoluta. El teléfono no suena. La pompa de jabón sigue allí. La punta de la flecha empieza a temblar.